jueves, 5 de enero de 2017

El Artista (2012) Hazanavicius Michel


¿Cómo pensar una película sin música? ¿La música implica también una construcción en tanto banda sonora? ¿En qué momento el sonido se transforma en música? ¿Y cuándo ésta deja de ser tal para convertirse en recurso dramático?

Retrocediendo a los orígenes del cine y al cine mudo en específico, me encontré con una película más bien moderna: El Artista. Película que pretende reencarnar una época fundamental en la Historia del Cine, pero culmina en una producción descontextualizada y desestimada de lo que en realidad implicaba.

La falta de sonido, por aquellas épocas, no era una cuestión estética sino más bien una limitación técnica. La música en vivo, no era una simple y llana “musicalización de la imagen”. Incluso los diálogos no dejaban de estar presentes, lo hacían mediante carteles que aparecen entre plano y plano. En el caso de El Artista, el director decide realizar una representación del cine mudo, dando por resultado no una revalorización, sino, por el contrario, una mera copia del modo. Es decir, copia los recursos y las limitaciones que en su momento fueron técnicas, y ahora podrían ser aprehendidas de modo que se resignifique lo no-sonoro y la musicalización como mero acompañamiento.

Esto último hace que la película sea leída como un film al cual la falta de una construcción sonora produjo un agregado, un poco pastiche de una música, irónicamente, a una Película muda. En la actualidad y con la acontecida Historia del Arte, es casi imposible no leer un sonido como parte de una construcción estética y sonora.

De la misma manera, da la espalda a lo propio, los interítulos se encuentran en inglés siendo una coproducción belgico-francesa. No se hace un anclaje contextual de lo que implica filmar en Francia (o Bélgica), o incluso de lo que implicó para éste caso específico. Con esto me refiero a que nohay rasgos que lo vinculen con una época o región en particular, pudiendo haberse rodado en Estados Unidos o en el año 1950 que podría haberse realizado de la misma manera. Habla de por sí de un desanclaje por parte del realizador, con su lugar y con su industria; dando cuenta un poco de lo que eso representa de manera global. Filmar hoy en un desentender contextual, donde la hegemonía de la industria audiovisual comercial se apodera de los usos posibles del lenguaje, desarticulando el mismo y perdiendo las herramientas y así el poder que en realidad tiene como comunicador.




http://www.periodismosinafan.com/site/noticias-cine/637-el-artista-no-es-una-pelicula-muda-es-una-pelicula-sobre-el-cine-mudo-y-el-cine-sonoro.html#.WFfzaht97IU    

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